domingo, 11 de junio de 2006

Una familia muy rara que vivia en un castillo en Barrio Parque

Esta es la historia de una familia muy rara que vivía en un castillo de Barrio Parque

Miraste para arriba silbando cuando querían alquilarle los mocasines al menor
Caminaste por la balanza del otro lado durante un lustro esperando que te DEN lo tuyo
Mientras “tus” pagares verdes se multiplicaban (son los de mama)
Y un día, mucho después, cuando pensas que es lo que hubiese querido Chito
Zas!, los apoderados se apoderaron.

Porque nunca quisiste beneficiarlos a todos,
Porque te dejaste llevar por los lengüetazos,
Porque no abriste los ojos mientras llorabas,
Porque tus hijos no eran como vos querías,

Las familias son los hermanos unidos
Y no el hijo con su abogado,
Cuando el papá esta todavía conectado.
Sucio navegador de mentiras.

Las familias son los primos
Jugando a hacer casitas
Y no es pergeñar estrategias
Para quedarse con lo de mamita

Señoras y señores: la verdad de lo que aquí paso:
Mamá nos presta el campo 5 años, lo hipotecamos
No pagamos un solo peso de las deudas que tenemos,
No cumplimos ninguna obligación usando el tiempo a nuestro favor
No nos importan ninguno de los solidarios.
Les robamos a nuestros hermanos
Nuestras deuda se pesifican, las pagamos (je)
La de mamá es en dólares…
Cuando liberamos el campo de mamá, se lo vendemos y le pagamos su deuda cuadriplicada.
Vivos somos y mamá nos quiere, porque el efectivo lo manejamos nosotros.

Pero cuando había que estar, cuando había que poner la cara
Cuando había que firmar con el nombre,
Cuando gente muy respetable te defendía
Tus preferidos temblaron, cobardes

Ahora crees que lo tuyo es tuyo, pero te ocultan información
Hay tres Lorenzos Adolfos Raggios mirando atentos,
una sola Mendonça en la boda,
mientras un Andrés Carlos y un Hernán Eduardo
Se salivan contando los papelitos de María Rita.

Lo que más duele,
Es que a quien siempre tuvo puesta y traspirada la camiseta de la familia,
A ese que ponía el cuerpo y su vida cuando los otros se escondían
Lo abandonaste porque era un chico muy difícil, gritaba mucho.
Gritaba porque vos no lo querías,
Porque su hermano mayor siempre fue un buitre inútil y aprovechador,
porque su hermano y amigo lo traicionó sin darle explicaciones,
porque ellos dos quisieron robarle al más chico
Y grita ahora porque te lograron robar a vos.

Si, la historia es triste, porque quien podía enderezarla
prefirió quedarse tejiendo en el sillón capitoné turquesa.