miércoles, 8 de octubre de 2008

Paciencias en camara lenta, anteojos de sol

Jajaja, que ironía. Escucho una canción que me gusta mucho, encerrado en mi oficina, negando la realidad por los proximos 10 minutos.
Quién era yo cuando escribía esto, cuando todas las cosas no habían cambiado tan radicalmente, cuando los días eran míos?

Now, todo is nice to have, si mueve la aguja, si los trends matchean las expectativas.
Practico despertarme a horario, vestir camisa, peinarme, leer los diarios desde la blackberry en el 60 afeitado los días pares y entrar con una radiante sonrisa para saludar a todos.

Quién es ese sujeto racional en la oficina del fondo, que tanto piensa estrategias de mediano plazo para luchar por un aumento? Alguien ha visto alguna vez un Sami relajado?
Quien es el que escribe estas vías muertas en la estación abandonada en el tiempo?
Otro yo, que piensa en el largo plazo, en los proyectos de vida, varias estancias en otra dimensión.

Claro que las horas se hacen largas, por más que lo que diga la tarjeta, mucho mas allá de ella yendo y viniendo, o de que me tengan en cuenta. Se hace jodidamente largo. Divertido a veces, productivo otras, pero siempre la bola de ruido rebotando en las paredes, los mails a los gritos y esa lanza de ineptitud humana que todos tenemos clavada en el ojo ajeno.
Qué decir del no imponible comentario al pedo? Cómo mantener las oraciones a flote en un mar de interrupciones? Como tijeretear a las 18:30 y zambuyirme en mi, en el fluir, en las carcajadas y en el desordenado escritorio del living?

Es difícil medir la felicidad. Es fugaz y caprichosa. Paciencias en camara lenta, anteojos de sol.

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