jueves, 21 de febrero de 2008

Revelaciones

Intensa semana cerebral, que digo semana?, mes. Acá estoy en mi casa esperando que llegue la cuna adonde va a dormir mi hijo sus primeros años y finalmente puedo descascarar, desempaquetar la bola de sensaciones que tenía trancada entre la incertidumbre y la felicidad.
No se si es momento de decirlo abiertamente, pero creo que he avanzado varios casilleros en el juego de la evolución de la persona.
No sé que va a pasar en la proxima hora, ademas de tener que subir una cuna 4 pisos con un calor infernal, no estoy al tanto de lo que los vaivenes de la ciclotimia me tienen preparado, pero se que pacientemente (y sufriendo mucho también) una etapa de la vida va entrando a puerto, así que espero que mi jet privado esté con el cebador puesto y la tripulación atada en sus asientos para despegar a otra aventura.
Damas y caballeros, les habla su capitán...

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