viernes, 20 de abril de 2007

Doscientos noventa y nueve kilometros en motoneta bajo la lluvia

Para escribir boludeces, mas vale poner cara de nada y hacer de cuenta que todo lo que aca paso no fue mas que una epoca, si se#or. Una linda epoca. Hubo un tiempo en que fui mozo.
Ahora creo que estoy deprimido. Si hasta preferiria estar en Praga y ponerme un puestito de choripanes en la plaza principal, cobrar el choto uruguayo unos cien pesos cracozios y contarle a los turistas de lo lindo que es San Termo y la pintoresquitud de los cartoneros comiendo de la basura. Sabe don yankee, yo jugaba en cebollitas con el Diego, le eludia jugadores y se la devolvia redonda en el area chica para que el pibe defina.
Pero no, resulta que estoy aca, en la esquina de mosquito y humedad, traspirando las bolas sin chance de hacer alguna ventiladita, no vaya a ser que algun diptero se me cuele en las partes suaves y me clave el aguijon en alguna zona erogena.
Aca tengo que lidiar, tengo que sudar, tengo que amasijarme en cuestiones insolubles. Quieren chupar de mis tetas secas y peludas, quieren escarbarme mis puntos negros, quieren comer de los hongos de mis pieses.
Pero no, no se#or. El due#o de esa fugazzeta con provolone no soy yo, mas sere yo quien decida que porcion recibira la borra de queso y cebolla o la aceituna huerfana que ha quedado rodando en la caja de carton.
Mas llegado el momento de ir al frente, gritare que soy peronista, del los peronistas en almibar que junto al general marcharemos silbando bajito reclamando esa justicia que se quedo dormida contando los billetes manchados con las mentiras de los siglos de los siglos, amen.
Y me diran que ese es el trabajo, me apuntaran con sus dedos carcomidos, me repetiran una y otra vez que mi vestimenta no solo no es la apropiada, sino que es desubicada. Me debatire entre peinarme o dejarme los rulos, si lavarme los dientes o lucir el aliento personal, si reciclar el mismo isopo para las dos orejas. Pero lo que siempre siempre voy a degustar es el pedo que exhalo al despertar.
Morire peleando con la cinta metrica y la calculadora, mientras de fondo suene una pava que silbe la cancion de brigada A.
Porque Templenton Fazz nunca me abandonaria en una situacion asi, tampoco lo haria ni Murdock y su loca aficcion por los aviones, ni Anibal pitando un puro, ni Mister T peinandose raya al medio.
Soy yo muchachos, el mismo que viste y calza la ultima coleccion de Ricardo Sarkasmi, soy yo el que rie ironico detras de ese vaso ancho de wiskilin haciendo marear esos yelos traidos directamente y sin escalas desde el Pedito Moreno. Me veran como un holograma pues ya no estare en este mundo material.
Me ire lejos rodando en mi motoneta, dejando una estela de recuerdos que olvidare y dejare volar al desenrrollarse los kilometros por esta carretera infinita que conduce a Jose Ignacio.
Ciao mondo difficile, tantas imagenes han sido mucho para mi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si todavia estas decidiendo si ahogarte en el boquete de ayacucho y corrientes o tirarte de cabeza sobre un ortodoxo desde el balcon, anota en el testamento que me el picachu es para mi