martes, 10 de abril de 2007

Maravillas de la blogología

Con todas estas últimas cosas que han ido pasando, he estado reflexionando en profundidad sobre la importancia que tiene para mí la vertiginosa altura de este banquito blogológico en donde yo puedo decir lo que se me canta a destajo.
Suena exagerado y pomposo, pero esta cosa que yo me siento a hacer y pensar encierra una fuente de energía que te embarra hasta el asfalto.
Esta blogología es por donde se escapa la tortuga a la libertad, un agujerito recondito atrás del jardín que me lleva a un lugar donde las reglas son mías, la creatividad trabaja y descansa, un espacio en que yo armo mi estantería y pongo los libros ordenaditos como a mi me gusta y se que voy a saber donde encontrar que pienso yo de cada cosa. El palito que sostiene el capot trasero del fitito.
En el otro wing, vivo todos los días un afecto enorme de aquellos que lo leen. Es como si yo pudiese estar con ellos en algún momento perdido del día, entre reuniones, oficinas, diarios y/o cafés y en estos intersticios yo los visito con dos tortitas negras y una baghette de crudo y queso para contarles con mi arte alguna cosa que pienso, me pasa, me pone loco, me rebosa o simplemente para decirles que me acuerdo que están y que aunque no tenga nada que contarles, voy a visitarlos igual.

Informó desde Buenos Aires, Jennyferd Poncharello para Blog Today Magazine.

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