domingo, 8 de abril de 2007

Toma pan y moja!

7 de abril, a la ma#ana

Aeropuerto de Barcelona. Dos almas dormidas se dirigen a la última puerta de la última terminal. Por delante, la friolera de 11 mil kilómetros. Cargados de recuerdos en nuestras pesadas cabezas avanzamos hacia ese cafecito. Ague pide un cortado, Sami pide agua para un tecito que tiene en la mochila. El porqué de mi dieta lo relataré mas adelante, cuando llegue el momento de contar los records de atracón.

Barcelona fue una excelente experiencia. La cuidad es un torrente de inspiración artística acariciada por el mediterráneo. La mejor manera que encontramos para poder abarcarla fue con el sistema de buses turísticos que tiene el ayuntamiento. Son tres líneas de bondi con recorridos de los que te podes subir y bajar como loco cuantas veces quieras. Lo mejor de todo es que son colectivos doble piso descapotados, asi que se puede hacer la del ponja e ir sacando fotelis a mansalva desde arriba.

Sacamos pase de bondi por dos días, el primero lo usamos para hacer la tres lineas completas, marcando que cosas nos interesaban para pasar al día siguente con mas detalle. Vimos todo en un pantallazo y nos terminamos cagando de frío a última hora, chapas al viento en el piso de arriba. Morimos con un falafel en la mano, con 60 idas y venidas al mostrador a recargar el sandwich.

Al día siguente abandonamos el hostel porque no habia mas lugar. En algun lugar del organizamiento casamenteril, se traspapeló la confirmacion de la reserva. Afortunadamente, mi prima tiene cuartos de sobra y nos hizo un lugarcito. Nos tomamos la mañana con soda y comodidad hogareña, charlando con Alexia. Salimos al medio día para Sagrada Familia, llenamos el buche sanamente y recién despues visitamos el sueño de Gaudi. Lo mejor que tiene la iglesia es que no es una iglesia, es una utopía en construcción. La forma en que se costruye, los materiales, los detalles, la paciencia para poner todo junto es lo que me voló la peluca. Subimos a una de sus cúpulas y la vista es wachi guau. Bajamos con las patitas temblando.
Siguiente parada, Park Güell, otra maravilla. La combinación del jardín agreste y la arquitectura de ensueño nos hacían sentir en un dibujito animado. Rematamos el día con una buena caminata nocturna por la Barcelona off the track y comimos pizza a domicilio (pizza bah, esa cosa a lo que los europeos le dicen pizza).

Ayer por fin salió el sol, así que nos fuimos a caminar por la costa. Hicimos Barceloneta (te toco la teta) muy disfrutado y atardecimos en una plaza tomando cervezas y comiendo pistachos. Llego el momento de los records: me clavé cuatro big mac porque resulta que con la compra habia una promo turistica que por el precio de uno te dan dos, y por el precio de dos, te dan cuatro. Eso, más las cervezas lograron que durmiese lo menos posible, despertándome con cada retorcijón.
Ahora estoy mejor. Estamos por embarcar destino a Madrid y de ahí en combineta a Buenos Aires.

Supongo que sería lógico empezar a hacer acá, sentadito al lado de un enchufe en un lugar abandonado del aeropuerto, una amasada de sensaciones de lo que fue esta luna de miel. Pero no tengo ganas. Ahora.

Así que: pimba!

Sábado 7, a la noche

Ta bueno este hostel. Tiene internet, enchufe, buena ducha, sushi de cena, bidet, lavarropas, mi cama y toda mi ropa en el placard.

1 comentario:

Anónimo dijo...

4 big macs de una? vos sos tonto?