martes, 10 de abril de 2007

Un traguito de agua y dos felicidades

Casualidades que se mezclan como casualidades, pasó hoy que me llaman a la mañana para ofrecerme por fotocientaba vez lo de los planes de descuentos de llamadas internacionales el cual negué con un muy amable "no estoy interesado" en el medio del primer parrafo de la telemarketer y justo después me vengo a dar cuenta, vengo a trompezar y caer en autos de que ocurrían paralelos sucesos que ameritaban sendas llamadas internacionales como ser el cumpleaños de mi muy queridísimo amigo Juan Carlos Bobillo, compañero de tantas emociones sobre eskeits de blister vacíos de aspirina que actualmente se domicilia en Los Angeles y patapufetemente también resulta que en los jardines de suburbio londinense pisarán fuerte unas patitas bien argentas del niño Franco Cingolani hijo recién llegadito a la familia de Lazo y China.
Y cuando estoy a punto de espetarme ese parrafito me suena el telefono y es mi mamá.

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