lunes, 17 de septiembre de 2007

(In) trascendencia

Sigue lloviendo. A mi me pasa que cuando pasan varios días sin que pueda ver el sol me empiezo a desesperar. Es una desesperación sin importancia, como darse cuenta en la cochera que me olvidé las llaves del auto.
Pero ya hace más de una semana de humedad asquerosa y calles mojadas. Los mosquitos ya estan armando las valijas para venir de vacaciones a Buenos Aires.
Y ahí si, cartón lleno.
Luego de tanta intrascendencia, se me puede colar el siguiente comentario al pasar: tras un muy complejo proceso de un óvulo y varios espermatozoides que se dieron cita en unas trompas de falopio y fueron a hacer pie en el útero de mi mujer...
Sigue lloviendo. La lluvia impidió que las semana pasada sea normal, que los amigos se junten, que los cumplea#os sean festejados con asado, que la gente no llegue a la casa con los zapatos mojados y embarrados, que los perros salgan a pasear y defecar en lavereda del vecino.
Parece mentira. En siete meses voy a estar en el sandwich de las generaciones. Todas las prioridades van a ser reasignadas. Todos me dicen: aprovechá a dormir ahora, ese es un lujo que se acaba.
Un nuevo individuo en nuestra casa.

1 comentario:

Eco Veo dijo...

Felicitaciones!!