Para que corno sirve tener un blog?

Vengo desde hace un tiempo teniendo el debate conmigo mismo, con familia y amigos acerca de los beneficios del blog y particularmente, en que catzo me sirve a mi mantenerlo dedicándole tiempo y esfuerzo a Escape en Tortuga.
Pasó ya un tiempo desde aquellos primeros aprendizajes. Creo que hoy ya estoy en otro lado.

En los últimos tiempos, tener este blog me ha traído algunos problemas, a saber:
1)Algunas peleas con mi mujer que no comparte mi criterio sobre lo público y lo privado (yo tampoco lo comparto conmigo mismo algunas veces).
2) Comentarios de amigos de mis viejos que llegan disfrazados de "cuanta exposicion!" a través de mi vieja, que agrega además que como me ve poco lee mi blog y se entra en que ando.
3) La carga de defender las borrosas ideas que arrastro. En este sentido, esto que escribo periódicamente es un reflejo de mi estado de ánimo, que no ha sido de los mejores en este último tiempo.

Ahora, cuando empiezo a leer para atrás las cosas que han pasado por acá, me doy cuenta que he dejado ciertas puertas abiertas en un mundo de ladronzuelos.
Pienso: hay que bancársela. Todo lo que acá se dijo, aunque se haya pronunciado en cada momento específico, en el fragor de cada batalla, fue pensado y meditado. No me arrepiento de nada.

Pero ante el caso de tener que cerrar la puerta para que no se te mentan en la casa, cuanto antes le ponga la cerradura, mejor.

El caso concreto al que le estuve dando vuelta en estos días y que ha acelerado los tiempos es el del sorete con el que tuve algunos altercados vecinales que me vino como anillo al dedo para ilustrar a esa clase de hijo de puta que odio: individualista, codicioso, aprovechador que con tal de salirse con la suya es capaz de alquilarle a la vieja al penal de máxima seguridad para que se la empomen . Y como yo no me callo cuando me quieren tocar el orto, publiqué esas historias a los 4 vientos.

Ahora me entero, analizando las estadísticas del sitio que este señor descubrió que aquí se había hablado no del todo bien de él. Si esto fuera sólo por mi, me chuparía un huevo duro con una pizca de sal, pero lo que pasa que entre aquellos escritos sobre aires acondicionados y caños está mezclada todo el resto de mi vida.

Así que: para que carajo sirve tener un blog?, yo me pregunto nuevamente. Supongo que la relatividad del tiempo hará que uno pueda leer desde la playa mientras se toma una caipiroska de aquellos momentos en donde todos los tragos eran salados y aprender de ello.

Este blog es muy general, es de las cosas que pasan. Pasan cosas, cuentos, dialogos, fotos, videos, noticias, bla bla bla. Veré dentro de varios años el valor de que mis hijos se sientan identificados conmigo al leerme? Me descubriré a mi mismo leyendo a aquel loco lindo cascarrabias y sincero hombre de rulos?

Yo también he usado esta blogología para confesar mi alma y sigo deprimiédome igual, como el primer día por las mismas cosas, con los mismos estigmas. De que me ha servido entonces esto a nivel psicológico? No sé. Quizás para ayudarme a entenderme y que me entiendan.

Me pongo a pensar en que algún día quizás yo vuelva a trabajar en relación de dependencia. Me gustaría que mi jefe me googlee y sepa tantas cosas sobre mí? Este blog es demasiado íntimo. Pero es así, fue hecho en centenares de días en los que me parecía que este era el camino correcto para mis ganas de escribir, de decir, de gritar, de comunicar.

La última carta la sigo teniendo yo. Es cuestión de apretar el botón y sacar todo del aire, hacerlo desaparecer como Roger "Verbal" Kint en la última escena de The Usual Suspects.

Esto es muy simple: acá estoy yo, mis fortalezas y mis debilidades. También están las cosas que pienso, porque yo soy de la idea que uno tiene que serse fiel. Si yo creo en algo lo firmo y lo defiendo, sin dejar de tener la cabeza abierta para cuestionarmelo. Así soy yo.