Cosas con lluvia

1) Que lo pario, como granizo hoy! Por suerte yo estaba en otro lado donde los granizos fueron simples piedritas. Despues me subi al auto y me vine volviendo para el centro. Tarde como 2 horas en llegar, un camino que se hace en 45 minutos. Choques en cadena por la Panamericana y una hora despues de las piedras, los cachos de hielo seguian cubriendo todos los jardines de Palermo. Vi fotos de hielos del tamaño de un puño. Pobre gente, montones de autos con los vidros estallados, la chapa como si fuera la superficie lunar. Estuve parado casi una hora en Libertador y Austria, un caos. La avenida estaba inundada y estaba todo el trafico atascado mas los loquitos que empezaban a venir contramano a las 5 de la tarde. Agradezco haber llegado a casa con el auto sano.

2) Hace muchos años, eramos una juventud loca, que iba caminando de aca para alla. Nos agarro una tormenta saliendo de una fiesta de quince, con veinte cuadras (rios) por zanjear para llegar a un lugar seco con el traje de tio pasado por la modista. Me acuerdo que ibamos corriendo por el medio de la calle, a oscuras y... BUM, un rayo nos callo a unos metros (debe de haber sido a una cuadra, pero el fogonazo fue increible y el ruido ensordecedor). El DNI en el bolsillo... no me duro mucho.

3) Aventuras con barro en el campo. A mi hermano se le habia ocurrido pasar con la camioneta por un lugar imposible. Como se quedo empantanado fue a buscar un tractor, con la misma suerte. No contento con eso, se llevo un segundo tractor (la foto habla sola). Otros dos tractores mas y una obra de ingenieria logistica para ir sacando cada pieza en cadena fueron necesarios para salir de ahi con todo. Los mosquitos chaqueños tuvieron mucho que comer en esos dias...

4) Temporal en el rio de la plata. Era muy chico yo, tendria unos 10 años. Habiamos salido a navegar un sabado o domingo cualquiera, con buen clima. De repente, sin aviso, se formo un flor de Pampero (vientos del oeste, muy fuertes, repentinos y complicados) que nos obligaron a cambiar los planes de un apacible dia sacando sandwiches de milanesa de la heladerita en coctel de mama e hijos bajo la cubierta del barco y un papa atado al timon maniobrando el A7 viejisimo en la tormenta.