viernes, 14 de julio de 2006

Depresion Mundial

Que bajon viejo/a. No se me ocurre nada para escribir desde que deje mi trabajo mundialista, aquel que me dio todo y me ense#o las delicias de la blogologia. Y ahora, tengo que ponerle el pecho a esta nueva aventura sin rumbo. Mas... en los diarios hay noticias de la realidad kirschnerista (paso un mes sin leerlo y ya no deletreo), la argentina paso de ser una maquina de tocar a ser una lastima y finalmente a este pais lleno de boludos que tocan la bocina porque el auto de adelante no avanza en medio de un embotellamiento (del tire tire papelitos al tarado que se come un chocolate y tira el envoltorio en la vereda).
No se si ponerme a estudiar un poquito de basket ya que ahora empieza el mundial de pelota al cesto y tengo alguna excusa para pensar que los seres desagradables de cada semaforo, los llamados telefonicos, los que te quieren cagar al trote, los medios, los amigos y el quiosquero tienen tema de conversacion conmigo.
Deberia de haber algo asi como una rehabilitacion, una reinsercion del adicto al oceano futbolistico mundial en la sociedad del dia a dia. La verdad sea dicha, a mi el futbol me chupa bien un huevo. No te sigo un partido, no te veo ni un futbol de primera, nada. Pero cuando uno viene en el ritmo de que lo UNICO que pasa es el show de superfiguras dando vueltas alrededor de un pesimo futbol, me quede con el instinto insatisfecho. Lindo lo de esta chica que se saco el vicio de raiz. Ojala fuese tan facil. Yo estoy hundido como Renton, el de Trainspotting.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me estoy acostumbrando a leerte todos los días. Está bueno. Todavía no pude investigar el temita este del blog, pero lo voy a hacer. Con respecto a lo que escribís, a mí también me chupa un huevo el fútbol, pero me gusta cuando me ligo unos masajes en los pies por bancarme a Boca. El tema pasa por otro lado cuando se trata de Mundiales, creo. El mundial le da la vida cotidiana otro sabor, todo gira, como decís, alrededor de 11 representantes de la "argentinidad". Por un lado, cada cosa puede ser una sopresa, cada día, y ni hablar de la comunión con la gente que conocemos, y con la que no (¡somos todos argentinos por un rato!. Por otro lado, para qué negarlo, el fútbol nos da como esa sensación de que ahí, en la cancha, LA ARGENTINA puede destacarse. Victorias simbólicas le dicen, pero victoria al fin, ¿no?