jueves, 4 de octubre de 2007

Un rollito con las utopías

Que feo es cuando no se tiene nada para decir... o se tienen mil cosas para decir pero la impotencia te calla. De que me voy a poner a escribir? Está todo dicho: "al argentino medio, ese que vota, el que elige, el que finalmente decide, si no le tocás directamente el culo no le importa más que precisamente eso: su culo"
Eso por un lado.
Pero que mierda me vengo a preocupar yo de todo eso?
Me creo que soy el rey de la ética y apenas veo algo que me molesta, como un boludo tirando un papel en la calle me sale todo lo facho que trato de esconder debajo de esa alfombra pulcra de los derechos civiles.
Mientras tanto, las agujas dan vueltas y vueltas con mi vida a cuestas, malgastando salud para bajar la angustia de la fragilidad del individuo frente a todos los males.
Pero que? hay que cerrar los ojos? Hacerse el boludo... parecería ser la mejor salida, la más elegante. Me lavo las manitas y me cago en todas esas enseñanzas infantiles utópicas como la igualdad de derechos, la libertad, el mundo feliz, el orden y el progreso.
Todo lo que estudié... no sirve para nada. Me creí las inocentes fábulas de animalitos.
En la vida real, cocodrilo que se duerme es cartera.
Y a Cristina le encantan las carteras...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué pasó amigo?

Pvncho dijo...

Me gustó el post, es difícil comentar y no sentirse que uno también se lava las manos. Saludos