jueves, 15 de febrero de 2007

Cubilete


Pasa. De alguna o de otra forma uno siente el terremoto.
Mis placas tectónicas están chocando.

La placa que viene por el lado cotidiano no puede entender de la sorpresa que el ojo del huracán soy yo (entiéndese de ahorita en más y para espero siempre que cuando digo yo digo también Ella y que Ella a su vez tiene su propio sucutrule debajo de los pies). El que pone la trucha, el centro de las miradas, el que le toca disfrutar, el que se tiene que emocionar, el que tiene que hacer todo para que todos estén contentos, soy yo. Estoy sorprendido.

El continente de la gaseosa de litro importada de España anda con rumbo esquivo. Estoy como esperando medio gesto que no se esboza pero que no tendría ni siquiera el tupet de reclamar. No hablo de señores de verde, no infiero sobre el título genealógico, no tiene que ver con el círculo de la confianza. Es algo que si no te dan, no lo podes pedir, es la sangre a tu misma temperatura, parados en el mismo lugar mirando para el mismo lado. Es una lástima, porque yo creo que a mi me sale con todo mi ser, desde lo más chico y de ojitos celestes hasta lo enorme y arbolado. Son como son, es parte de Ella y yo la elijo y la vuelvo a elegir. Pero no todo es exagerado en sus matices, la diva de los teléfonos también lo ve todo y dejó su impronta en el 4, Ella tiene su corazón.

Mis papás son mis papás, con sus montes y sus valles. Ellos hacen lo que pueden y creen. A los tortazos entienden que yo soy distinto, pero me reconocen por sus mismas mañas. Golpeo el escritorio con una violencia que me excede cuando me saco, si mi bendita madre no se calla me arranca de quicio contando la vida y obra del osteoterapeuta mercedino mientras yo ando caminando por la cuerda floja con un elefante en la derecha y una tostada con queso crema bajas calorías en la izquierda.

La vida es una mierda porque hay que pelearla. El crack de entender que nadie regala nada y que todo es un juego maquiavélico para eliminar al que menos te bancas por la causa justicialista de alimentar a tus hijos transforma todo el idealismo en un cucuruchito que te podés deslizar por el mismisimo orto, gozando de dolor. Desde Eurnekian al 1400 hasta Uruguay y Viamonte.

La desigualdad, la asimetría y la suerte hacen todo. Los dados te pueden salir para arriba, pero dos metros mas a la derecha y levantas por el aire a un pibe con los dados para abajo que salio a cruzarse la panamericana de la desesperación de querer escaparse en una tortuga de la frialdad y desidia de TODOS. La seguridad es relativa cuando la estas pasando bien, hay que abrir los hojaldres.

Mis amigos me prepararon una despedida de soltero en Rosario. Alla me voy.

Y si despues no creés lo que te estoy diciendo, mirá mis pies bailando al son de este ritmo, voy a vestirme de traje aunque me veas mal, voy a saltar toda la noche sin parar de silbar.

Hoy a la mañana mientras hacíamos la cola del Registro Civil, notamos con Ague que nuestro Tilo es de un verde más clarita que el de los nuevos árboles plantados en esa vereda. A la tarde, mientras daba vueltas pensando contra una pared entendí por que: "el Tilo" tuvo flor que desparramó primavera y esta brotado de semillas amarillas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tenemos que hablar.

Nos vamos a MDQ porque hay más gente que se casa.

A la vuelta nos vemos, los quiero mucho mucho.

Cami