Con este frío que se me pega a los huesos, me pongo a pensar en el veranito, en las ganas de estar tirado en la arena caliente, con el mar haciendo ruido redondo de fondo, descansar. Escaparme de mi vida un rato, probar ser otro, cambiar de preocupaciones
No se si será casualidad que el telefono de línea este muerto desde hace días, que se me quemen las bombitas una atrás de otra, que las coimas asomen de cada agujero o que la justicia no sea justa, que el piso tiemble bajo nuestros pies y que la intolerancia persiga y hostigue a la verdad.
La verdad es que yo nunca entendí al mundo. A mi me ense#aron (y yo aprendí bien aprendido) sobre una única moral, sobre la igualdad, sobre la organización. Y resulta que en el ruedo nada resultó ser como me decían. Por eso es que de alguna forma, siempre estoy enojado. Son pocos los momentos en que puedo fluir. Estoy deprimido?
Ayer estaba en una importante casa de venta de cosas, caliente con comprar un artículo bastante caro de consumo tecnológico. Ague por telefono me dijo que esperase, y tuve que entender.
Los tiempos no funcionan siempre como uno quiere, me gustaría poder disfrutarte todas las noches, abrazarte bajo las sabanas, dormir todas las ma#anas.
Hace unas semanas pensamos que podría ser, pero no fue. Nos mareamos en la calesita de intenciones e ilusiones, pensando cada tres minutos en un nuevo escenario. Pasan las semanas y nada, pero ahora parece que será y ahí estamos, parados mirando para arriba en redondo, como contemplando una estrella nueva que ayer no habíamos visto.
Estoy sentado en mi cama y nada cambia, todo sigue igual: el sol sigue saliendo, la neblina de la ma#ana, la oficina en el cuarto de al lado, el teléfono radio que suena, los quilombos de siempre, mutantes, desafiantes, la nube que me envuelve, el escalón de la rutina.
No estoy peleado con la rutina. No la entiendo, eso es todo.
Y de repente, de un soplido, como un codo que empuja una copa, como una piedra que cae al agua, todo, todo, todo cambia.
No se si será casualidad que el telefono de línea este muerto desde hace días, que se me quemen las bombitas una atrás de otra, que las coimas asomen de cada agujero o que la justicia no sea justa, que el piso tiemble bajo nuestros pies y que la intolerancia persiga y hostigue a la verdad.
La verdad es que yo nunca entendí al mundo. A mi me ense#aron (y yo aprendí bien aprendido) sobre una única moral, sobre la igualdad, sobre la organización. Y resulta que en el ruedo nada resultó ser como me decían. Por eso es que de alguna forma, siempre estoy enojado. Son pocos los momentos en que puedo fluir. Estoy deprimido?
Ayer estaba en una importante casa de venta de cosas, caliente con comprar un artículo bastante caro de consumo tecnológico. Ague por telefono me dijo que esperase, y tuve que entender.
Los tiempos no funcionan siempre como uno quiere, me gustaría poder disfrutarte todas las noches, abrazarte bajo las sabanas, dormir todas las ma#anas.
Hace unas semanas pensamos que podría ser, pero no fue. Nos mareamos en la calesita de intenciones e ilusiones, pensando cada tres minutos en un nuevo escenario. Pasan las semanas y nada, pero ahora parece que será y ahí estamos, parados mirando para arriba en redondo, como contemplando una estrella nueva que ayer no habíamos visto.
Estoy sentado en mi cama y nada cambia, todo sigue igual: el sol sigue saliendo, la neblina de la ma#ana, la oficina en el cuarto de al lado, el teléfono radio que suena, los quilombos de siempre, mutantes, desafiantes, la nube que me envuelve, el escalón de la rutina.
No estoy peleado con la rutina. No la entiendo, eso es todo.
Y de repente, de un soplido, como un codo que empuja una copa, como una piedra que cae al agua, todo, todo, todo cambia.
1 comentario:
esto de las semanas y las esperas, de las ilusiones y las estrellas nuevas ... QUERES DECIR QUE ESTAN BUSCANDO UN CRIO ??????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????? !!
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