viernes, 3 de agosto de 2007

Rehén

Estuve lejos, si.
Puede ser que no haya sabido que escribir, que no me haya interesado nada de lo que se me pasó por la cabeza, también. O quizás no se me asomó ni las ganas de tomar agua, se puede decir que estuve deprimido, ausente, ahogado en la nada.
Sigo igual, el tema es que si no le pongo coto, si no lo bajo a palabras, si no lo descargo del cerebro va a seguir ahí, la nada misma, tomandose mi fernet, desparramada sobre mi sillón, con las patas sobre mi puta mesa.
No.
Soy yo el que no encuentra el lugar. Soy yo el que no le divierte nada de lo que ve. Soy yo el que está aburrido de mi monotonía, aburrido de mi, de lo que leo por ahí, de los horarios, de la gente, del trabajo, soy yo el que quiere dormir hasta el mediodía, maldiciendo entre las sábanas a las putas agujas del reloj, caprichosas, discontinuas, aquellas que a la madrugada cuando se me cruzan mis miedos avanzan lento jugando con mi desesperación, pero que a la ma#ana, cuando ruego por cinco minutos más, aceleran vertiginosas, condenándome a los coitus interruptus en entresue#os de snooze.
La nada me tiene de rehén.
Estoy de vuelta...

1 comentario:

Eco Veo dijo...

Lorenzo, por momentos parece que lo que escribís fuera sacado de mi cerebro...te entiendo perfecto lo que decís, es una verdadera cagada sentirse así...lo que te puedo decir hoy, un día que no me siento así, es que lo que te pasa mas alla de que tiene un sustento real de cosas que te molestan, es mas que nada un estado de ánimo, y como todo estado de ánimo es pasajero...
Lo que tenes que hacer en primer lugar es dejar de seguir cayendote, sostenerte ahí, escuchar música, escribir...todo pasa...
Ponele huevo y no te tomes todo tan a pecho...
1 Saludo