viernes, 26 de enero de 2007

Siglos, décadas

Estaba pensando (yo siempre estoy meditando boludeces): ¿Cuándo fue la mejor época del mundo para vivir?
Múltiples respuestas, todas válidas y miles de respuestas más, varias por cada quien que se lo pregunte.
Desde mi punto de vista, todo año anterior a 1900 estuvo signado por las impresionantes diferencias de clase, insalvables, que acartonaban hasta al espiritu más libertino. Te podía tocar en una de esas la ínfima posibilidad de ser el Baron de Waterpolo, vivir en un castillo sin ventanas, sin comodidades y sin bidet. Hasta las mejores opciones dejan mucho que desear. De las peores opciones, las más probables, ninguna califica a los estándares burgueses de felicidad... desde ser un esclavo con la expectativa máxima de vida de 30 años, maltratado, cagado de hambre y sin ningún derecho a ser oprimido por la iglesia o alguna cultura cerrada, desprovisto de todo buen vivir.
El mundo empezó a ser más accesible en el siglo XX. Los ingresos se empezaron a repartir mejor, los derechos empezaron a tomar alguna forma, el hombre empezó verdaderamente a dominar el medio, las distancias, las cosas. Disfrutar dejó de ser mala palabra.
La decada del '20 puede haber sido feliz para varios. El fin de la Primera Guerra Mundial, tras tanto sufrimiento, seguro fue una gran liberación, un "disfrutemos la vida que nos lo tenemos merecido", para los ganadores. De todas formas, siempre estuvieron los payasos aguafiestas, y ahí nomás cuando la gente se daba el lujo de ser un poquito feliz, criminalizaron en EEUU a los que se tomaban una cervecita para combatir la sed que te da el respirar profundo.
De todas formas, la fiesta de los años '20 se terminó rápidito. Con el crack financiero del '29, el mundo se vino abajo pieza a pieza, como un dominó en un terremoto.
Así, la decada del ´30 se perdió en los manotazos de ahogados de todos los pueblos alrededor del mundo que sufrieron la primera crisis de la incipiente globalización.
La mejor forma de salir, ya que somos una especie que no sabe escaparle a la ley de Malthus, fue encarando en los '40 una Segunda Guerra Mundial, mucho más fulera que la anterior.
El otro día hacia las cuentas (para ilustrar este horror): los judíos en 1900 eran 11,2 millones y en el 2000 fueron 13,3 millones. En el Holocausto fueron asesinados 6 millones de judíos. ¿Queda claro el punto? La mitad de un pueblo.
Ahora vamos llegando a donde quiero llegar. Los años 50 fueron signados por la vuelta a la paz. En esta década (además de que se masificaron los medios de comunicación) se criaron niños con mejor calidad de vida (haciendo muy burdos números), que fueron adolescentes y jóvenes en los ´60s.
Libertad, Beatles, flower power, idealismos a flor de piel, modernidad: los '60s deben haber sido fantásticos.
El los ´70s la manzana se empezó a podrir. La elite tradicionalista le apretó el freno a tanta libertad usando todo lo que tenía a su alcance, hasta la tortura. "I don't belive in Keneddy, I just belive in me". Hasta el Jesús de esa época decidió seguir solo. El pasado retomó la manija, por la fuerza, aplastando toda ideología.
Los 80 fueron una trampa, el mundo se hace más accesible para algunos, la mayoría empieza a quedarse afuera del sistema. La tele en color muestra cosas a las que no podemos acceder, consolandonos. Un sistema que no premia el hacer, sino que premia al especular. El capitalismo gana su guerra fría y mediante las corporaciones despersonaliza las acciones que a los hombres no les da la cara afrontar... el hambre, la desigualdad.
Los '90s: Carlos Saul Menem, un ícono mundial. Estados Unidos se erige como la única superpotencia, sin ningún contrapeso, imponiendo su modelo despersonalizado y salvaje al resto del mundo.
Siglo XXI: Ya lo sabemos, nos toca enfrentar como humanidad un desafío que nos amenaza como especie. Algunos optan por encerrarse para no ver la realidad: las diferencias en la distribución del ingreso han calado tan hondo que despiertan furia entre los que no pueden comer pero que al pasar frente a un kiosco de diarios ven en las tapas de las revistas a gente que no sabe que hacer con el dinero, que no tiene dimensión de lo que los papelitos esos representan. En muchas partes del mundo ni siquiera hay kioskos de diarios. Me explico?
Además, esta carrera de superar el medio y darnos confort nos ha metido en un serio problema: Nos comimos en un siglo la energía de millones de años. Empezamos pescando más de la cuenta y hoy todos nuestros alimentos vienen envasados, con ingredientes extraños. Abran la heladera, miren sus tachos de basura. Plástico, plástico, basura, toneladas de basura que enterramos, contaminamos, miles de hectáreas que le ganamos a la vida de otras especies, todo por tener un dólar más, que nos haga esa diferencia tan instántanea, volatil y vacía.
Me encanta mi vida burguesa, me encanta mi computadora, la información a un click, la super productividad que tienen mis dedos, viajar, conocer, etc.
Pero no se como manejar el resto. Quizás intente con ese pastito que se fumaba en los '60s para que me aliviane un poco la cabeza y me revele alguna nueva utopía. O quizá no, en una de esas ya fumé demasiado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo dormir. Entonces salto a ciegas de blog en blog. Asi llego aca y pasa una cosa rarisima:
el autor no es un tremendo pelotudo
Habla de si mismo sin ser criptico ni asertivo.
Opina sobre el mundo pero no pretende meterte la Verdad por el culo.
Es intermintentemente gracioso sin que parezca que lo intenta demasiado.
Es amigo de sus amigos.
Ahora tengo sueño.
Han sido cuarenta minutos muy amenos.
Volvere, como su vuelve a los buenos restaurantes.
Saludos.

Anónimo dijo...

Coincido con Fe de erratas. La diferencia es que soy una amiga que anda dando vueltas siempre. (Ahora me tengo que poner al día porque me alejé de las máquinas durante casi 3 semanas y tengo abstinencia de Escape).Che, Fe, te lo recomiendo.
Nos vemos