lunes, 28 de agosto de 2006

Cosas en el agua 2

3) Desde siempre, toda mi vida admiré el mar y la capacidad de algunos hombres de domarlo, de caminar por arriba de las olas en el suave deslizar del agua salada. Era una de esas cosas que iban a pasar por mi vida como un deseo no cumplido. Tape los agujeros de de este imposible haciendo un poco de morey, apenas entendiendo la dinamica de las olas.
Pero un día, gracias a Juan Cruz que me empujó al "yo puedo" me compré un longboard y me tomé unas clases con Sergiño en Praia do Rosa. Y así, con los brazos cansados, exhausto y cagado bien a palos un día llegué del otro lado de la rompiente, ahí donde los sonidos de las olas se alejan a la playa, donde el mar es un mundo amigable lleno de oportunidades, donde la paz se mece junto a la tabla.
El surf es mucho más que un deporte, es una filosofía que incluye el delizarse por montañas de agua.

De a poco, cuando uno se puede escapar de Buenos Aires, se va moldeando uno el caracter para adaptarse más fácil a lo que el mar propone cada día. En limpio, es necesario tener un buen entrenamiento de brazos, energía positiva para animarse a las olas, timing hidrodinámico, huevos y pasión. Con todas estas cosas, a veces llega la tarde y ya desde la playa uno puede decir "hoy fue un día del recontra carajo!"
Continuará...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aaah...parece una boludez, pero 2 horitas detras de la rompiente antes de ir a trabajar es como darse un saque con Garombol® Forte.
El tema de la tablita da para largo y no debería tomarse a la ligera, yo, por ejemplo un día me subí a un ola y me la barrené toda. Y sin darme de cuenta me baje en Highland y la 40 aca en Califronia.

Anónimo dijo...

q pasa todo bien bue aqui andamos me da animo tu lucha contra las olas pues es verdad es un sentimiento increible soy de uruguay y estoy en las islas canarias(paraiso) y cuando puedo me voy al encuentro de la paz con las olas,un saludo a todos buenas olas.