Y uno se cree un adelantado tecnológico porque tiene un blog. Pero lo que se empieza a dar cuenta cuando entra un poco en tema es que ya la blogología esta instalada como hace bocha de años.
En estos últimos días caí en el blog de Hernán Casciari, un flaco que aparte de hacer Orsai (imperdible) hizo el weblog de una mujer gorda, una novela blogolizada que recomiendo desde el piso hasta las tetas.
También hay blogs que acaban de empezar, algunos de gente más famosa que otra. Lo que esta claro es que hay en mucha gente (dentro de los que me incluyo) la necesidad de tener esta vidriera que exponga nuestras cosas. Y en eso va lo que a cada uno se le cante.
No tiene nada que ver, pero la blogología es así, hoy iba paseando con mi auto y un muchacho de jogging que veo aparecer de la vereda se me para frente al auto, se baja los pantalones y empieza a saltar revoleando el pesceto. Jaja, que prenda mas rara... buena onda, salió corriendo.
Esta claro, ese chico necesita un blog.
Retomando, en este último tiempo han salido blogs desde abajo de las piedras. Cada vez se discute más el tema de para que caracho sirve un blog. Los detractores nos acusan de exhibicionistas a quienes llevamos un blog de anotaciones personales. Pero bueno, si no te gusta no entres, que le voy a hacer. El aire internetistico es libre.
Se hace difícil a veces entender que uno ya no esta escribiendo para uno mismo. Por un blog que se actualiza periodicamente y que esta modestamente publicado entre algunos conocidos (que ya leyeron los diarios online, chequeron sus mails y se preguntan para que corno quieren la banda ancha si no la usan mas que para eso y de casualidad se acuerdan que un fulano comento al pasar de su blog) que pasan a ver con que pie me levanté esa mañana puden pasar unas 1000 visitas por mes... sin contar las propias.
Tras cartón, te podes encontrar cual Tinelli posteando fotos de tu vieja en bolas para lograr un hit más.
O te podes preparar un fernet con soda y divertirte un rato, o descargar las angustias, golpetear las teclas de bronca... y así... fshuiii... blogología.
En estos últimos días caí en el blog de Hernán Casciari, un flaco que aparte de hacer Orsai (imperdible) hizo el weblog de una mujer gorda, una novela blogolizada que recomiendo desde el piso hasta las tetas.
También hay blogs que acaban de empezar, algunos de gente más famosa que otra. Lo que esta claro es que hay en mucha gente (dentro de los que me incluyo) la necesidad de tener esta vidriera que exponga nuestras cosas. Y en eso va lo que a cada uno se le cante.
No tiene nada que ver, pero la blogología es así, hoy iba paseando con mi auto y un muchacho de jogging que veo aparecer de la vereda se me para frente al auto, se baja los pantalones y empieza a saltar revoleando el pesceto. Jaja, que prenda mas rara... buena onda, salió corriendo.
Esta claro, ese chico necesita un blog.
Retomando, en este último tiempo han salido blogs desde abajo de las piedras. Cada vez se discute más el tema de para que caracho sirve un blog. Los detractores nos acusan de exhibicionistas a quienes llevamos un blog de anotaciones personales. Pero bueno, si no te gusta no entres, que le voy a hacer. El aire internetistico es libre.
Se hace difícil a veces entender que uno ya no esta escribiendo para uno mismo. Por un blog que se actualiza periodicamente y que esta modestamente publicado entre algunos conocidos (que ya leyeron los diarios online, chequeron sus mails y se preguntan para que corno quieren la banda ancha si no la usan mas que para eso y de casualidad se acuerdan que un fulano comento al pasar de su blog) que pasan a ver con que pie me levanté esa mañana puden pasar unas 1000 visitas por mes... sin contar las propias.
Tras cartón, te podes encontrar cual Tinelli posteando fotos de tu vieja en bolas para lograr un hit más.
O te podes preparar un fernet con soda y divertirte un rato, o descargar las angustias, golpetear las teclas de bronca... y así... fshuiii... blogología.
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