jueves, 21 de septiembre de 2006

Todos los trolebuses conducen a Palermo Once

En el largo camino que desemboca en el ataud, uno experimenta sensaciones que se apilan como libros sin leer en la mesa de luz de Aguedita.
Sensaciones de momentos únicos, sin nombre, como ver colgado un camión de la Gral Paz sobre Av del Libertador, de correr como trompo alrededor de una maldita cancha para entrar en calor, prenderse un puchito por la mañana caminando a la estación, un beso muy esperado en un cantobar, una muerte, una nueva vida, un accidente, una gran suerte, garrones y satisfaciones, terminar y volver a empezar algo para que nunca termine.

Mi sensación mas mejor de hoy es la de abrazarte sentado en la mesada de la cocina comiéndome un resto de helado y saber que estás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Che, no te pongas tan romántico públicamente porque levantás el promedio y despues tengo que bancarme a mi mujer diciendome "... vos no me decís cosas lindas como le dice Sammy a Agueda..."
Gracias por la comprensión.

mejor no firmo...

Anónimo dijo...

Uf, nene, a veces me complicás la vida.
O me despertás. Gracias por eso.