domingo, 1 de octubre de 2006

Asado, esa costumbre argentina

Ayer mientras hacia el fueguito para asar unos choris, morcillas, matambre, bifes y una colita me puse a meditar en esta costumbre tan arraigada a la idiosincracia argentina que es hacerse el asado.
El asado no distigue clases sociales. Desde el laburante hasta el bonvivant, desde el pelagatos al empresario, desde el empleado rural hasta el yuppie, todos disfrutan de comerse un asado. Algunos dorarán patys, otros una pezuña, otros una tira, o una entraña, o una molleja, o un lomo; hay cortes para todos (bueno, la mayoría de) los bolsillos.
El asado abre una tregua en la antigua batalla de los sexos. El hombre cocinando, haciendo tareas del hogar. La mujer preparando las ensaladas, disfrutando del aire libre, ambos se encuentran en la mesa de la picada, cortando el pancito para el choripan.
El asado nos devuelve el instinto. Ir a la carnicería es como salir de caza, los depredadores de la góndola acechan y son un riesgo latente de robarse los mejores cortes. El acarreo de leña, la preparación del fuego, tareas prehistóricas que brotan como un manantial de utilitarismo dominguero.
Las técnicas de asar. Un capítulo que tiene tantas versiones como asadores. El chinchu con limón, la trenza, la grasa; la carne se sella, se hace lento, se sala, se despanzurra; jugoso, a punto o cocido; provoletas que se derriten, morcillas dulces y saladas, chotos, bondiolas y hasta se puede hacer el fuego en una cacerola. Cada uno con su reglamento.
El asado y la familia. Así es como los miembros del clan y los amigos se van acercando a la mesa, a roer el hueso que más les gusta, a hablar boludeces o cosas serias, a tomarse unos vinitos y después de acomodar un poco las cosas para que no quede todo hecho una mugre cada uno empieza a dar vueltas como un perro para echarse al sol a dormir una siestita de modorra.
Burp!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Es verdad que en toda familia argentina hay un futbolista, un psicólogo y un tío que hace asados?

Pempek dijo...

El del asado y el psicologo (en mi caso psicologa)es totalmente cierto, lo del futbolista te lo debo.