martes, 31 de octubre de 2006

Un montón de cuentos

Uno de mis amigos de la blogología ha pergreñado un desafío para que nosotros, los geeks de las letras, nos rompamos un poco la cabeza hilando un cuento que venía desarmado.
En fin, esta es mi versión de las cosas.

Un día, el más largo del verano,
Un miasmático señor
Subió al bote y remó durante horas
El viento soplaba sobre el lago
Aquello le recordó el brillo de las estrellas
La Iglesia de Cristo
Después de adentrarse profundamente
Pensó: “Aquí se puede descansar”.
Aquel día tuvo un sueño revelador

Estaba manchado de sangre
A la madrastra no le gustaban los niños
No le cabe la polla entre sus dientes de conejo
Se dirigió hacia ellos con una encantadora sonrisa
Lanzad a inocentes y lánguidos poetas allí
–Lo sentimos, pero hay que obedecer– decía.
Le explicó lo que estaba pasando
Si todas las hormigas se ponen a cantar
El ruido de furias gobernantas
Nos quedaremos sordos
Pero ellos continuaban sin parar
Dibujando en la pared con maestría
Estaban como locos
–Este amuleto es perfecto–exclamó sonriente.
Lo llevó al pozo para lavarlo
Las frutas maduras cayeron al suelo
Mientras ellas permanecían paralizadas,
Le dio una palmada y despertó sobresaltado.

No hay abrazo más fatal que el de la tierra
–Ya se han marchado–dijo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya veo que cumpliste, espero que se te dé tan bien cumplir en la cama. Te felicito.