martes, 3 de octubre de 2006

Recuerdos de Vieytes

Me desperté en el medio de la noche con la sensación de muchos recuerdos, eran tantos que hacían una realidad pasada, me sentía entre sueños en los jóvenes ochentas, viviéndolos desde adentro, sintiéndome como yo me sentía.
Me di cuenta de que era feliz, que me maravillaba la inmensidad oscura de las tipas de Eduardo Costa, que me encantaba ver brotar el tilo de mi vereda mientras esperaba sentado a mis amigos que vinieran a jugar al terreno de al lado. Y cuando ese terreno era mío, de las paltas que nos comíamos con salsa golf del árbol del fondo, de treparme en la parra que tenía los pies cruzados para llegar a la terraza, la entrada salvaje a mi cuartito donde tantas noches pasé en vela tratando de entender el mundo desde el metro veinte, anotando los días que me hacía pis en la cama para ganarle a mi psiquis, aquel berrinche en el pasillo que no me acuerdo que fantasma me tenía amordazado, el membrillo, la baulera, los baúles del playroom, el fútbol con amigos, ganarle a los yuyos del abandono, las cuidades en la tierra y Máximo sembrando con mis tractores en el jardín.
En Vieytes 338 (792-5129) vivimos desde el 78 hasta el fin del 90 lo que fue para mí una gran época para mi familia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sos una persona llena de vida. y eso lo transpirás todo el tiempo. será por eso que nos pegamos a vos?

lraggio dijo...

se pegan a mi por mi olor a chivo? que asco...
besos linda!