Un weekend a full, gorda

Friday. El viernes anduve corriendo como una loca entre Pilar, San Isidro e Eleven. Decí que pude ir a lo de Giordano a que me retoque el brushing porque tenía un fin de semana de acá para allá. Llegamos a Martindale al casamiento re-paquete de este chico Marcelo, un divino, fue todo una emoción. Bailamos el vals y algún que otro tema de sixties. Todo muy cool, salvo algunos inadaptados fumando drogas y haciendo chanchadas contra la parecita de la capillita divina. Nos fuimos a dormir a la casa de fin de semana, para aprovechar el sábado.
Saturday. A la mañanita me desperté como una lechuga e hice mis tareas del jardín. Al mediodía comimos un asado que preparo el divino de Lorenzo y vinieron a comer la chicas. El esplendor de la tarde fue disfrutado para inagurar la temporada de pileta. A la tarde vino el personal trainer e hicimos un poco de footing and stretching mientras por celular coordinaba otro asado para la noche. A la noche vinieron nuestros invitados, todos hombres de negocios. Se comió y se bebió bien, se tocaron temas muy top secret que no puedo develar. Llegué a mi cama un poco mareada y de día porque las señoras de alta sociedad también nos tomamos un Fernesito como digestivo.
Sunday. El domingo estuvo super sunny y disfrutamos con otros invitados otro asado y la siesta bajo un tilo.
La agenda social de una señora de un director de un banco tan prestigioso como el Bicibank no da tregua.