jueves, 21 de diciembre de 2006

El sensei

Pocas cosas de las que conozco son simples linealidades. A veces, para cruzar de un lado a otro del charco, hay que tomar caminos alternativos que no son precisamente siempre los mejores.
Uno no es 24 horas sensei para soportar estoicamente los avatares de ser quien uno es, así que se permite ciertas licencias en la remada entre el ideal y el real.
Hay que cuidarse, nunca perder de vista al enemigo, porque a veces viene disfrazado de moralina social, de etiqueteo condenatorio, de rasgueo de guitarra o de las propias debilidades que brotan en cubierta en la tormenta de seguir adelante con los sueños, pese a tener la marejada de proa.
Mientras tanto, escucho consejos, pero no pintados de color "que dirán?"

1 comentario:

Anónimo dijo...

hacete unas piletas olimpicas justo ahi, entre el quincho y el ultimo hoyo de fugolf.